domingo, 19 de agosto de 2012

Machu Pichu Parte 1: La puerta del sol.

Eran las 12 AM y yo recién llegaba a la habitación, después de 2 horas de viaje en tren, llegué al pueblo de aguas calientes a las faldas de las montañas que escondían la ciudad Inca de Machu Picchu.

El rio sonaba junto a mi habitación y pude ver en el horizonte sombras gigantes que nos cubrían por completo, figuras de jorobas legendarias que han sido los guardianes de estas ruinas que pronto visitaría.


Tomé un baño ligero mientras el frio amenazaba con abrazarme y destruir mi entusiamo. Debía levantarme a las 5 A.M. para tomar el bus y entrar en la madrugada al recinto sagrado de los incas. El frio atravesaba mi protección, estábamos facilmente a 5 grados Celsius y yo no podia dormir bien por la ansiedad y por supuesto porque el frio nunca fue mi amigo.

A las 4:50 AM escuche voces en la calle, supuse que no era el unico que queria ir a ver el amanecer, me puse el resto de ropa para frio que tenia planeado y sali del hotel dejando una bolsa con mi ropa del día anterior. El frio no fue tan sensible debido a que mi protección era la adecuada pero estabamos cerca de los 5 grados nuevamente. Despues de caminar unos 200 mts encontre una fila de locos que al igual que yo querian llegar temprano, tuvimos que esperar 30 minutos más para que los buses empezaran a recorrer el camino que nos dejaría a las puertas de Machu Pichu.

El recorrido en bus fue de otros 30 minutos y ahora las sombras jorobadas de las montañas tenian mejor sentido, el camino serpenteante nos mostraba que estabamos a merced de la tierra de los incas, la tierra de las alturas.

Unos molinetes y unos guías en la entrada nos separaban del recinto sagrado, entré sin problema y tomé el primer respiro en tierra perdida inca. El viaje de trabajo me llevaba a este punto del mapa, y estaba por comenzar el punto más emocionante del viaje... Era por esto que había recorrido miles de kilómetros, mire a mi alrededor y me vi rodeado de montañas altísimas, era increíble el panorama y aun no había visto lo más impresionante.



Caminé unos metros y me encontré con la primera vista a la ciudad perdida de los incas, era una vista magnífica, con colores azules en el fondo y verdes vivos. Dentro del calor de mi bufanda respiraba ansioso por ver más.


Eran las 6 y minutos, yo tomé un momento para pensar cuál era el siguiente paso: podía quedarme en el lugar y tomar fotos desde aquí o buscar una mejor ubicación para ver lo que llamaban amanecer, aunque hacía un rato había amanecido.
Me señalaron una montaña y el camino en el medio de la montaña  me llevaria a un lugar llamado Inti punku o puerta del sol. En la cima de la montaña estaba el lugar exacto en el que los incas habían calculado la entrada de los rayos del sol durante el solsticio de verano.

Para los tour operadores ver el amanecer es ver cuando los rayos del sol entran directamente en la ciudad perdida, asi que no existe la opcion de entrar a la ciudad antes de las 5 A.M para ver como amanece. . por lo menos para los mortales.  La opción extraordinaria, por si alguna vez tienen oportunidad de ir,  requiere entrar por el famoso camino del inca, un viaje por demas increible; este viaje recorre las montañas detrás de la puerta del sol caminando cerca de 48 kilómetros y acampando en tierra inca, culminando en la madrugada del cuarto dia a la puerta del sol para ver lo que en verdad es el amanecer en Machu Picchu.
Después de ver y sentir lo difícil de camino considere una locura que alguien hiciera esa ruta...





Era un camino condenado, una subida que no terminaba y una especie de escalera que no cedía, por momentos paraba para tomar fotos pero seguía retandome para llegar a la puerta del sol antes de las 7:15 A.M. para ver ese encuentro del sol con la ciudad perdida. Sudaba fuertemente; fui quitando las capas de ropa que me daban calor aunque la temperatura aun no superaba los diez grados Celsius.



El sol maravilloso iluminaba el verde de los arboles, el cielo despejado era un hermoso lienzo que contrastaba majestuosamente.



Admiraba tomando fotos y me sorprendía el camino que había avanzado y aun no había llegado. Cada vez la ciudad se miraba mas lejana y pequeña pero aun tenia camino por delante.



Entre las montañas encontré al pueblo en el que había dormido, Aguas calientes, ¡que lejos estaba del principio del viaje!. 






Al fin llegue a la puerta de sol pero no estaría solo, los locos que habían entrado por el paso del inca me esperaban. Fue un alivio cuando por fin vi el lugar de descanso y que aun tenia tiempo para escoger un lugar para comer y tomar fotos. Yo moría de la sed y del hambre, había planeado desayunar en la cima mientras tomaba fotos.


El sol me recibió en la cima, y la vista era indescriptible, no puedo describir la sensación que fue llegar a esta cima,  me quede absorto por un momento y luego decidi que debia tomar una foto para recordar el momento. Esta es una panorámica en la que se puede ver ambos lados de la montaña: de la mitad a la derecha es la parte de atrás de la puerta del sol, en el astro mayor me recibio plenamente y del centro a la izquierda esta machu pichu esperando la llegada de los rayos del sol. (click para ampliar)



Me senté y miré el panorama, fue realmente indescriptible estar ahi. Saqué mis galletas y una de las 5 mandarinas que me acompañaban. Tome agua y al bajar el pachón me di cuenta que había cometido un grave error: los 1.5 litros que tenia serian insuficientes para el viaje. En aras de reducir el peso había decidido dejar otro pachón de igual tamaño en la habitación pues llevaba mucha ropa para el frío por lo que tenia que sacrificar peso. Había empapado toda la ropa y la mochila con sudor, y me moría de sed y dentro del parque inca no se puede comprar nada. Tendría que ver como superar las pruebas con los recursos que tenía. Pense que igual habia llegado al punto que demandaria más de mi, pues solo me esperaba el tour por la ciudad que seria menos complejo.




Despues de mi ligero desayuno y del susto pude ver el evento principal: cómo el sol inundaba con su luz la ciudad perdida, la vista era espléndida y el momento también. Había hecho un gran esfuerzo para llegar a este lugar, la semana de trabajo en Lima había sido fuerte y este era el momento para disfrutar esta oportunidad magnífica.






Tomé todas las fotos que pude pensar y me preparé para alcanzar al guía del tour que había contratado. Tenia 30 o 40 minutos de atrazo sobre el grupo pero pensaba que este esfuezo realmente valia la pena.
Respire profundamente y le dije adios a aquella vista y prepare mi descenso, despues del tour que esperaba no ser muy complicado tenia planeado almorzar el resto de galletas y agua en algun prado de machu picchu al filo de la mitad del día, no sabia que mi plan era equivocado y que el mejor reto estaba aun por llegar.


© fotos y materiales con derechos reservado prohibida su utlizacion sin autorización. 

1 comentario:

  1. Que fotos más lindas! la tercera en particular es absolutamente bella! Pensar que tengo que esperar a que mi hija tenga por lo menos 15 años para poder ir a ver esto con mi propios ojos :( Me encantó el relato!

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