domingo, 3 de junio de 2012

La alegría de capturar algo de la vida

Hoy me toca un post algo filosófico - romántico, tengan un poco de paciencia conmigo.

Tengo dos perritas basset Hound, Monchi y su hija Lola. Ellas son mis hijas también, además de mi nena de dos años. Ellas estuvieron con nosotros desde antes de fundar la familia que ahora somos. Cuando mi esposa salía y yo me quedaba en casa y aun no estaba mi hija, ellas eran mi compañía. Han sido parte de nuestra historia. Hasta ayer tenía dos años y medio de no quedarme solo con ellas. Al estar solo con ellas pensaba en todo esto y luego pensé en lo increíble que es la vida, aun en ellas que son perritas. Me sorprendió cómo un montón de células y esa chispa le dan forma ha esa esencia que somos y que también se las da a ellas. En los últimos años, luego de la muerte de mi madre y el nacimiento de mi hija, he ido reflexionando y apreciando cada vez más esta realidad. Y me sorprendo en como cada día la vida de tantos seres nos rodea y muchas veces lo pasamos desapercibido por completo. 

Y pensé después en el miedo que nos aprisiona como Guatemaltecos, el miedo a la violencia que se roba la vida de tantos... Y es que hemos perdido esa capacidad de asombro ante la vida, y por supuesto el respeto a ella que nos separa de las formas menos privilegiadas.

Pero que tiene que ver esto con el titulo de este post y con la fotografía que ha sido el nuevo hilo que he seguido. Pues me he dado cuenta que mi pasión por la fotografía siempre empezó con el deseo de capturar algo de esos tesoros que veo cada día, de esos momentos que le dan color a la vida, a mi vida y de los que me rodean. Es, de forma muy humilde, mi forma de mantenerme al tanto de esa belleza que no siempre vemos. Estoy seguro que muchos comparten este sentir sobre la fotografia como medio de atesorar la vida,  pero me pregunto si es algo consciente. Me he dado cuenta del valor de una foto y como puede aflorar esos sentimientos que teníamos en ese momento especifico. El acceso a la tecnología nos pone la herramienta en la mano, ahora solo depende de encontrar la razón correcta para aprender y ser mejores tomando fotos. Yo sigo pensando en capturar momentos, capturar un poco de mi vida para no olvidarla y atesorarla. Y últimamente también para compartirla. Vivir con los ojos abiertos como escribía hace poco, nos podrá ayudar a ver las maravillas que tenemos alrededor. 

Aquí les comparto un par de fotos que reflejan parte de lo que les he expuesto.

Esta es Lola, le tome esta foto hace muchos años mientras nos preparábamos para ir a trabajar y ella nos miraba desde la ventana rogando que no nos fuéramos o la lleváramos.



En esta otra foto me encanta como se captura la magia del sueño de un niño, ella le tocaba por primera vez la nariz a un conejo y yo disfrutaba viendo como ella grababa este momento en su memoria. 


Anímense a tomar fotos y a compartirlas, vale la pena dejar un rastro de nuestro caminar... 

De nuevo la invitación para unirse a la pagina de Facebook donde estas y otras fotos los esperan: bienvenidos.

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